lunes, 22 de septiembre de 2008

BOMBAS LACRIMOGENAS PUEDEN LLEGAR A SER ABORTIVAS!!!!




Cuando la estudiante de 14 años, Música Sepúlveda, del primero medio del Liceo Darío Salas, lanzó un jarro con agua al rostro de la Ministra de Educación, Mónica Jiménez, las reacciones no se dejaron esperar. Horas más tarde, la joven declaró a los periodistas: “Se trataba de agua limpia, no la sustancia nociva y pestilente que nos lanzan los carabineros, cuando los estudiantes salimos a las calles a manifestar nuestras opiniones, contrarias a los planteamientos del gobierno.
Lo que Música no sabía era que las últimas investigaciones científicas le dan la razón, respecto al daño que producen en los seres humanos la inhalación de gases tóxicos que provienen de las bombas lacrimógenas.
A lo menos dos componentes venenosos que hoy se utilizan en contra de la población civil de Chile han sido reemplazados por otros en todo el mundo, inclusive en los países en donde se fabrican las bombas; Estados Unidos e Israel. Pero, el gobierno hace caso omiso de las advertencias de los científicos que han llamado a suspender la compra de estos y en el peor de los casos reemplazarlos por otros. El científico de la Universidad de Chile y toxicólogo ambiental, doctor Andrei Tchernitchin, formuló una grave acusación, al semanario “El Siglo”: “Los elementos con que se fabrican las bombas lacrimógenas son abortivos. Además de producir graves daños a la salud, inciden negativamente en los aparatos reproductivos masculino y femenino.”
Las materias prohibidas son, en primer lugar, el Ortoclorobencilidenmalononitrilo. CS Clc6h4chccn (CN)2. Este producto, de nombre tan complicado, tiene el inconveniente de que si se incendia, como generalmente ocurre, se desprende ácido cianhídrico, vale decir, cianuro de hidrógeno.
Éste es un producto altamente venenoso, incoloro. Una concentración de 300 partes por millón es capaz de matar a un hombre en cosas de minutos. La cantidad de este componente utilizado en las bombas que son explotadas en contra de manifestantes es mucho más baja que esa proporción, según las autoridades, pero eso sí recordemos que está comprobado científicamente que su constante inhalación provoca daños nefastos a la salud, lo que no se dice y se oculta a la población.

Las pruebas toxicológicas demostraron que los animales que mueren después de la exposición al CS presentan recuentos mayores de células caliciformes en las vías respiratorias y la conjuntiva (la membrana mucosa de los ojos, que recubre los párpados y parte del globo ocular), necrosis (muerte celular) en las vías respiratorias y gastrointestinales, edema pulmonar (pulmones llenos de líquido) y hemorragia en las glándulas suprarrenales.

La muerte ocurre como resultado de la poca transferencia de oxígeno a la circulación sanguínea, que a su vez es un resultado del edema, la hemorragia, y la obstrucción de las vías respiratorias en los pulmones.

Otro de los componentes de estas bombas lacrimógenas es Cloroacetofenona, esta sustancia irrita los ojos, la piel y el tracto respiratorio. La inhalación de este vapor genera edema pulmonar, los efectos no aparecen en forma inmediata. Si la exposición es reiterada produce dermatitis. Si este producto se disuelve a temperatura ambiental o 20 grados centígrados puede alcanzar una concentración nociva.

Se ha comprobado que estos dos productos, de procedencia israelí y estadounidense, provocan daños irreversibles a la salud humana y lo más increíble, se siguen importando desde aquellos países.

Estos componentes son sustancias químicas, orgánicas altamente tóxicas y son muy irritantes en las mucosas húmedas. Al ingresar al organismo pueden llegar a edema pulmonar y como si todo lo anterior fuera poco, se ha descubierto recientemente que producen ABORTO.

Cualquier mujer puede perder a su hijo en gestación, si se expone a estas sustancias. El problema fundamental es que si no se expone directamente, las corrientes de aire transportan estas sustancias y solo tras varios kilómetros sus efectos nocivos disminuyen, sin desaparecer por completo.

Normalmente, se acusa a los manifestantes de violencia y vandalismo, pero el uso indiscriminado de estas sustancias, por parte de Carabineros, no sólo afectan a los participantes de las protestas, sino también a los transeúntes e, incluso, a los residentes de las zonas aledañas, constituyen una forma aún más explícita de violencia.

Estas bombas que hoy usan Carabineros de Chile están siendo confeccionadas sólo para Chile ya que en otros países están totalmente prohibidas. Las bombas lacrimógenas y su inhalación producen la perdida de gránulos de algunas células que se encuentran en la sangre, células que tienen que ver con la inmunidad, procesos alérgicos e hipersensibilidad, incluyendo los procesos reproductivos femeninos y masculinos.
El científico de la Universidad de Chile y toxicólogo ambiental doctor Andrei Tchernitchin aclara: “El Ministerio de Salud o el Instituto de Salud Pública, debieran ser quienes autorizar los componentes con que se fabrican estas armas, pero hasta donde yo tengo conocimiento, ellos jamás han sido consultados al respecto. Yo pregunto dónde están los estudios de toxicidad crónica y de efectos diferidos para autorizar compuestos que no sólo afecta a manifestantes, sino también a la gente que vive en el sector, a los transeúntes y puede haber muchos efectos neuroconductuales en las propias secuelas que quedan y que no han sido investigadas”.
En otros países se recomienda la oleorresina, compuesto de una planta que produce la liberación de una hormona que afectan las terminaciones nerviosas. Los efectos son irritantes, pero también producen otros que son sistémicos y por lo tanto también tiene riesgos pero totalmente diferentes.

El doctor Tchernitchin dice que si hay que disolver manifestaciones que por lo menos se use agua, con algún tinte o colorante, pero no estos venenos que están matando lentamente a la población: “Los productos que componen las bombas lacrimógenas son altamente venenosos, inclusive la oleorresina que produce una reacción emocional muy fuerte. Esto puede significar que una personalidad limítrofe o una personalidad agresiva o que está en el límite, pueda verse sensibilizada por este compuesto y producir una reacción agresiva muy importante con consecuencias sobre otras personas”.

Contaminación ambiental

Este problema se da en un contexto que ya es grave, debido a la alta contaminación ambiental de Santiago. El ingeniero ambiental Felipe Zabala, afirma: “De hecho estos productos afectan de por sí al medio ambiente, a la salud y por eso la autoridad debe demostrar abiertamente a nuestra sociedad cuáles son los efectos ambientales y para la salud humana de estas bombas alcanzan”.

En las últimas semanas Santiago ha vivido dramáticas estadísticas de altos niveles de contaminación. El propio Ministerio de Salud reconoció que en los próximos días llegaremos hasta 600 personas diarias hospitalizadas por la contaminación y la onda de frío, lo que se agrava con los fracasos de los sistemas de predicción.

Felipe Zabala aclara: “Si bien es cierto que este problema responde a la condición geográfica de la capital, también responde a las bajas políticas establecidas a nivel nacional para mantener un estado medioambiental acorde con lo que la gente necesita. Particularmente porque los niveles de estas normas son muy bajos en términos de exigencias.”

“Si se compara con los estándares que exige la OMS, Chile está por muy debajo de esas normas. Es más, uno de los elementos que generan más problemas a la salud humana, como lo es el material particulado de bajo diámetro, es decir el pm 2,5 en Chile no está normado. No se establecen medidas concretas para combatir la contaminación, restringiendo ya sea la locomoción o industrias contaminantes”.

En cuanto a la creación del Ministerio del Medio Ambiente y la Superintendencia del ramo, Felipe Zabala es categórico: “Si bien es positivo, porque la CONAMA no cumplió su objetivo de responder técnicamente, nos hubiera gustado desde un comienzo que se nos escuchara. No queremos otro elemento burocrático que no establezca las normativas. Creemos que es un avance tener un ministerio y una superintendecia que vigile su accionar, pero nos preguntamos a qué políticas va a responder éste ministerio. Si son las políticas que ya están establecidas, esto no va a cambiar mucho”.

El mayor problema que tiene el sistema de evaluación medioambiental chileno es que sólo resuelve los problemas ambientales políticamente y, en muchas ocasiones, no existe de parte de quienes componen las Corema, la capacidad para evaluar proyectos ni su real impacto ambiental.

Chile vive momentos dramáticos, ya no es sólo Santiago la ciudad más contaminada del país, sino también otras regiones. Sus habitantes sufren la contaminación ambiental y de sus aguas, las grandes empresas contaminan ríos y otras transnacionales los hielos eternos
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